lunes, 24 de septiembre de 2012


Árboles con historia - El olivo de Arauco:

Sobre el límite con Catamarca, en La Rioja, a 3 kilómetros de Aimogasta, en la localidad de Arauco, se alza un majestuoso olivo (Olea europaea) con interesante historia. La Sociedad Forestal Argentina señaló a dicho árbol como el último ejemplar sobreviviente de un antiguo olivar del siglo XVII. Se cree que fue plantado hace más de 400 años por el Capitán Pedro de Alvarado en su campaña de conquista y colonización por las tierras del Tucumán.

Se cuenta que en 1870 el monarca español Carlos III hizo talar todos los olivos riojanos porque temía que sus frutos desplazaran a los de la Península. Según el relato, el olivo de Arauco fue el único sobreviviente de la tala, gracias a la intervención de doña Espectación Fuente de Ávila. Gracias a éste árbol volvió a esparcirse la olivicultura en esta región de Argentina y en zonas de Chile y Perú. Por esta razón se le atribuye el epígrafe de “Padre de la Olivicultura” y es el símbolo de la identidad del pueblo.

Según algunas versiones pueblerinas, un profesor y agricultor de la provincia de Córdoba, Juan Brunnel, al recorrer la región encontró el olivo y quedó maravillado de este árbol añejo y sin dudarlo lo hizo conocer a través de fotografías.
En 1914 se colocaron placas en el Olivo de Arauco. El 4 de julio de 1946 fue declarado Árbol Histórico mediante el decreto N° 2232. El 24 de mayo de 1953 se declaró por decreto nacional Nº 7030, Día Nacional de la Olivicultura, por la simple razón que ese día, en 1591, fue el primer asentamiento español en Aimogasta y seguramente por aquellos años fue plantado el histórico árbol.  Declarado Monumento Histórico Nacional, el añoso olivo actualmente produce unos cien kilogramos de sabrosas aceitunas y se lo considera el abuelo de las aceitunas riojanas.