Llamamos bulbosas a todas aquellas plantas que poseen un órgano engrosado subterráneo con reservas de nutrientes. Dicho órgano puede ser un bulbo propiamente dicho (yema engrosada subterránea), tunicado o escamoso, un cormo (tallo subterráneo corto y achatado), una raíz engrosada o tuberosa, un tubérculo (tallo subterráneo engrosado), o un rizoma (tallo subterráneo con crecimiento horizontal). Las bulbosas luego de la floración tienen un período de reposo en el que generalmente su parte aérea se seca y su órgano subterráneo queda en estado latente hasta que las condiciones climáticas sean las adecuadas para su crecimiento. Las bulbosas se usan en canteros, borduras, macetas y entre el césped. Las bulbosas de floración invierno/primavera se plantan en otoño como el caso de los narcisos,los tulipanes, las anémonas, los jacintos, etc. Las de floración estival se plantan a principios de la primavera como el caso de las crocosmias, los gladiolos, las dalias, las achiras, etc. Las de floración otoñal como el crocus y el nerine se plantan en verano.