Las plantas que pueden tenerse en interiores generalmente son de climas tropicales o subtropicales, de bosques o selvas o de lugares expuestos a la desecación ya que deben poder resistir la falta de sol, en algunos casos la escasez de luminosidad, la falta de humedad ambiente (debido a la calefacción y/o al aire acondicionado), otras veces el exceso de humedad (como en caso de baños, cocinas o jardines de invierno) y algunas veces la exposición a corrientes de aire. Las plantas de interior requieren cuidados especiales: adaptar el riego a las condiciones ambientales, hacer pulverizaciones con agua o agregar agua en el plato de drenaje en aquellas plantas que lo requieran , fertilizar adecuadamente, renovar y enriquecer la tierra, hacer cambios de maceta cuando sea necesario, rotar las macetas para que las plantas se desarrollen de forma pareja , adaptar la iluminación artificial para evitar la desecación y la falta de luminosidad, combatir enfermedades y plagas, etc.