Son plantas trepadoras (ej.: glicina) todas aquellas hebáceas o leñosas anuales, bianuales o perennes que tienen la capacidad de trepar por sus propios medios por volubilidad (se enroscan) y a través de órganos de sujeción: zarcillos foliares o caulinares que pueden ser espiralados, bífidos, trífidos, con ventosas (ej.: ampelopsis) o unguiculados (ej.: bignonia amarilla); paquetes de raíces adventicias (ej.: hiedra); aguijones y espinas. Las plantas apoyantes (ej.: jazmín amarillo) se diferencian de las anteriores porque no pueden treparse por sus propios medios y se apoyan ya que no poseen órganos de sujeción, aunque sí pueden presentar espinas (ej.: Santa Rita) o aguijones (ej: Rosa)