Se llaman plantas suculentas o crasas a aquellas que mayormente se adaptan a condiciones extremas como la sequía, la gran amplitud térmica, los suelos pobres y la alta exposición a la radiación solar, como en los desiertos. Para ello desarrollan órganos (hojas, tallos y raíces) engrosados que les brindan reservas de agua, abren sus estomas de noche (a diferencia de las demás plantas) para reducir la pérdida de agua, muchas son pubescentes para retener el agua de rocío matinal con sus pelillos, también muchas poseen sus tallos y hojas pruinosos (con un recubrimiento protector ligero con aspecto de cera) para evitar la resecación y otras reducen el número de ramificaciones y su longitud para contar con menor superficie respecto del volumen y así poder retener más agua.
Las plantas suculentas pertenecen a diversas familias y son originarias de África, Asia y América. Las más conocidas son las Cactáceas. Existen más de 10.500 especies de suculentas. No todas las suculentas son plantas de desiertos, también las hay en zonas frías de montaña y en zonas de climas húmedos.
Es importante que al cultivar estas plantas se cuide que el sustrato permita que el agua drene rápidamente, evitar el riego excesivo y que cuenten con una ubicación a pleno sol (o sol de la mañana). Es conveniente tenerlas juntas para brindarles a todas el mismo cuidado específico.