En las plantas las enfermedades pueden ser provocadas por factores externos (clima, suelo, mal manejo, desbalance de nutrientes) o por patógenos: hongos, bacterias o virus. De éstas últimas, las más comunes y fáciles de diagnosticar son las producidas por hongos, que son tratadas con funguicidas. Pueden también llevarse a cabo tratamientos preventivos para evitar los ataques fúngicos. Las enfermedades producidas por bacterias y virus son difíciles de diagnosticar. Las enfermedades bacterianas son tratadas con antibióticos. Aún no existen tratamientos contra los virus.