Las orquídeas pertenecen a la familia de las Orchidaceaes con más de 25.000 especies, 800 géneros y 50.000 híbridos y variedades. Se clasifican en 5 subfamilias: Apostasiaceae, Cypripediaceae, Vanilloideae, Orchidoideae y Epidendroideae. Son plantas herbáceas, mayormente perennes, terrestres o epífitas, ocasionalmente trepadoras. Se caracterizan por sus flores simétricas (que son de tamaños y aromas muy variados) y por la relación que tienen con hongos (para obtención de nutrientes minerales y agua) y polinizadores (el 97% necesita de ellos para reproducción sexual). Orquídeas de variados tamaños pueden encontrarse en todo el mundo, menos en los polos y desiertos. Abundan en los trópicos y subtrópicos, donde son mayormente epífitas. Las orquídeas terrestres tienen tallos del tipo rizoma o cormo y a veces presentan raíces tuberosas. Las orquídeas epífitas poseen tallos engrosados, que les permiten reservar nutrientes y agua, y raíces aéreas.